Uno de los mayores riesgos que amenaza hoy a la humanidad es el
cambio climático. Actualmente, nuestro planeta presenta modificaciones de temperatura y patrones climáticos a largo plazo que representan un peligro para la supervivencia humana.
Si bien este fenómeno puede deberse a causas naturales, el cambio climático también es exacerbado por la actividad humana, particularmente la quema de
combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas. Para hacerle frente a este desafío global, las empresas deben de tomar acciones inmediatas para alinear sus operaciones y las de su cadena de valor a un camino de cero emisiones netas, incluyendo la mitigación y reducción de emisiones, pero al mismo tiempo pensando en crear un sistema donde los efectos del cambio climático no desestabilicen la sociedad en la que se encuentran.
Para lograrlo, el Laboratorio de Ideas sobre la Transición Justa del
Pacto Global de la ONU elaboró una serie de informes para empresas sobre la
transición justa.
A continuación, las 4 lecciones más importantes para entender e incorporar estas prácticas en el día a día y la estrategia de tu empresa:
1. ¿Qué es la transición justa y por qué es importante?
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) la define como un proceso donde la economía se torna más ecológica, justa e inclusiva,
maximizando las oportunidades sociales y económicas de la acción climática.
La transición justa para la adaptación del cambio climático busca que las empresas incorporen la reducción de los riesgos e impactos ambientales en su estrategia corporativa y operaciones. Para lograrlo, es necesario situar a las personas en el centro de la acción climática, promoviendo el trabajo digno y el diálogo social.
En el ámbito de la
energía, hace referencia a la transición de un sistema impulsado por combustibles fósiles a uno basado en fuentes y tecnologías renovables. Es decir, fuentes derivadas de la naturaleza que se repongan más rápido de lo que se agotan, como lo puede ser la luz solar o el viento.
Nuestro sistema actual de energía representa alrededor del 60% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Además de ser perjudicial para el medio ambiente, produce importantes consecuencias en la salud, afectando particularmente a aquellos grupos humanos más pobres y marginados.
¿Te gustaría conocer más sobre la transición justa en el contexto de las fuentes renovables? ¡Dale clic aquí!
2. ¿Cuáles son los beneficios empresariales de contribuir a una transición justa?
Apoyar el avance de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible a través de la transición justa, repercutirá en todos los aspectos de la economía y la sociedad.
Por un lado, esta transición tiene el potencial de crear millones de
puestos de trabajo
y fomentar el crecimiento sostenible. Asimismo, busca mejorar el
bienestar de todas las personas trabajadoras involucradas, mediante la inclusión de mujeres, personas propietarias de tierras, pueblos indígenas, miembros de pequeñas y medianas empresas (PyMES) y demás, en la toma de decisiones.
Acelerar la transición justa representa una oportunidad para que las empresas crezcan en equilibrio con su entorno, promoviendo el
liderazgo y la
innovación empresarial.
3. ¿Cómo financiar una transición justa?
Alcanzar una transición justa depende de
sistemas financieros que funcionen con miras a satisfacer las necesidades de los ciudadanos y su entorno, en sintonía con los gobiernos, los sindicatos y las empresas.
Para tomar decisiones financieras es indispensable tomar en cuenta
información estadística que ayude a predecir posibles resultados. Los factores asociados a la sostenibilidad son cada vez más importantes al momento de planificar estrategias, puesto que sientan las bases para lograr el éxito en un planeta en peligro. Es así cómo los agentes financieros adquieren un rol clave en la gestión de recursos, reducción de riesgos y promoción de la transición justa.
Las estrategias de inversión en transición justa se llevan a cabo en múltiples niveles. Por un lado están los gobiernos y, por el otro, las empresas. Entre las formas más creativas de captar capital, se encuentran las
finanzas sostenibles y combinadas, así como el uso innovador de los mercados del carbono y el precio de las emisiones de carbono.
¡Aprende a identificar oportunidades de financiamiento explorando el enlace!
4. ¿Qué pueden hacer las empresas?
El sector privado desempeña un rol clave en esta transición. Al establecer objetivos conscientes con el medioambiente en toda su cadena de valor, sientan las bases para que todo tipo de personas y organizaciones sigan su ejemplo. Del mismo modo, ejercen presión y contribuyen a crear políticas
que promuevan la transición justa a nivel nacional.
Entre algunas de las acciones que pueden adoptar las empresas para cumplir este cometido, se encuentran:
- Preparar un plan explícito para la transición justa, el cual describa los compromisos y pasos a seguir para alcanzar las cero emisiones netas.
- Anunciar los objetivos y avances respecto a energías renovables entre todos los niveles y sectores de la empresa.
- Promover el diálogo social para identificar retos y oportunidades relacionadas a las energías renovables dentro de tu comunidad.
- Respetar los derechos humanos
(incluyendo los derechos laborales) durante todo el proceso de explotación de recursos y ejecución de proyectos.
- Aplicar lecciones y hallazgos provenientes de otras empresas y sectores.
Finalmente, es indispensable tener en cuenta que las empresas deben mantener siempre una conducta empresarial que respete los derechos fundamentales de las personas, tal y como se plantea en los
Diez Principios del Pacto Global.
¿Te quedaste con ganas de más? ¡Conoce todo lo que necesitas saber sobre la transición justa en el siguiente resumen introductorio!